Una hormiga bailando
en mi cama,
Un sueño atroz despertando
en mi almohada,
Un desvelo dueño de
mis sabanas,
Y mi ausencia cada
vez más pesada.
Un atrapa sueños
mirando el desconsuelo,
Colgando en la
ventana a lo lejos,
Borrando sus sueños,
sus miedos,
Velando por mis
reprimidos celos.
Sentado esperando la
luz de la noche,
Pues al despertar el
sol ya se esconde,
El día pasa al igual
que el dolor,
Y la realidad duerme
en ausencia del amor.
Ya la hormiga se
cansó de bailar,
Ya mis sueños se
cansaron de esperar,
Mi corazón en su búsqueda
desapareció,
Y el atrapa sueños,
en mis pesadillas, se ahogó.
Javier Soto
Hernández.
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